miércoles, 30 de noviembre de 2016

Let it go

Hoy te suelto, hoy me rindo
Hoy me pongo en primer plano
Hoy dejó tus besos, tus caricias,
Tu amor, guardados en mi corazón,
Los mios los suelto para que el viento los lleve hacia vos, te agradezco por todo.
Se que pude dar más, se que pudo haber más, pero no todo depende de uno, sino de dos.
No fue el momento ni el tiempo correcto, pero déjame decir que aprendí, uno no puede sanar heridas a expensas de otro, por que pasa lo que sucedió, un desgaste continuo hasta culminar con el fin en el que nos vimos inmersas.
Fui feliz y muy, cada día al despertar con vos, compartir cosas banales y hasta las cosas más profundas.
Todos mis recuerdos los llevo conmigo, y se que una vez fuimos invencibles.
Ahora sólo tengo negatividad y vagos recuerdos de nosotros en felicidad,
Te dejo un hasta luego

martes, 29 de noviembre de 2016

Donde NO puedas amar, no te demores

domingo, 27 de noviembre de 2016

Farewell

En cada despedida siento que se me agrieta un poco más el corazón.
Quiero darte abrazos, besos y mimos para que te lleves cuando ya no estemos juntas.
Y guardar en mi tu aroma, tus gestos, eso que te hace ser vos, bella y radiante como siempre.
Los minutos previos al adiós, se me juntan las palabras, los besos, los gestos quiero dartelo todo y no quedarme con nada. Pero siempre queda un resto, que me lo llevo conmigo hasta la próxima vez.
Por que el después se pone duro, queda la memoria, el recuerdo proyectando y recreando esos instantes que para mi son la perfección.
Viene el adiós y no queda otra más que seguir cada una su camino, cada una su destino.

sábado, 26 de noviembre de 2016

Mirando a la nada, pensando en todo!

Haceme caso una vez, no sigas. Hace mucho que dejó de haber algo para vos en ese lugar.
No insistas corazón, no nos mates, vas a tener paz cuando menos te lo esperes.

lunes, 21 de noviembre de 2016

Reflexión

Es irónico pensar cómo la vida se encarga de hacerte aprender las lecciones que no aprendiste en el pasado. Una y otra vez te pone pruebas, y vos las seguís evadiendo.

Cada vez más fuerte, más dolorosas, y llega el momento donde tenés que enfrentar tus miedos, sabés que no tenés otra opción. 
Sabés que si volvés a fallar, el dolor, la culpa te carcomerá el alma.
Todos se arrepienten de lo que no hicieron, nadie se arrepintió jamás de actuar como creía que debía.

Más irónico es aún, que seas una persona que no sabe manejar su propia vida, y tengas, a pesar de eso, que guiar a otra persona por el buen camino. 
Que tengas que ayudarla a aprender, cuando vos también estás aprendiendo algo, y se vuelve difícil, muy difícil. 
¿Cómo se sale de eso?
Haciendo lo que te dice el corazón, no la cabeza. 
A veces pensamos que el corazón nos dice que hagamos algo, pero no sabemos diferenciar la voz de un ego de la voz pura del alma.
El corazón siempre te va a decir que hagas lo correcto, pero ¿qué es correcto? 
Para mí es hacer algo que te haga sentir bien a vos y a los demás, no hay más vueltas.
Que nadie salga herido, incluido vos. Nunca dejar  de lado los valores, la moral. Y si una vez que lo hacés, a no arrepentirse, a aprender de eso, y no cometer el mismo error dos veces.
¿Qué podés perder? Nada, solo ilusiones creadas por tu cabeza, pero nunca dejés que se pierda lo que te hace humano.
Tus valores, tus códigos. 

Vos podés ser la persona que querés ser.
Vos merecés ser una persona a la que le vayan con la verdad, no aceptes la mentira.
Vos merecés ser querido por lo que sos, no aceptes que te quieran por intereses.
Vos merecés que te respeten, no aceptes que pasen por encima de vos. 

Tenés derecho a decir "no", tenés derecho a no bancar ciertas cosas de los demás. 
Las cosas se arreglan hablando, y si no, tenés derecho a alejarte y a rodearte de personas que sí te valoren, que sí te respeten, que se sientan felices si vos estás bien, que no te envidien, que no te deseen el fracaso en ningún sentido.
Si aprendés a quererte y respetarte a vos, vas a ver como gradualmente las personas que no estén en la misma sintonía te empezarán a incomodar.
Vos mismo vas a querer juntarte con otras personas, porque entendés que sos un ser precioso que merece lo mejor.
No te conformes con poco, cuando vos valés tanto...¿Y qué se hace cuando tenés que ayudar? Mostrá la pared, tarde o temprano la persona se dará la cabeza contra ella.
Mostrá luego la puerta, y la persona la cruzará o no.
Pero ya no depende de vos.
Hay que dejar que el otro se de cuenta solo, aunque te mueras de impotencia. Tenés que entender que más no podés hacer, que no te corresponde.Y si la persona otra vez decide darse contra la pared... habrá que ser comprensivo. Ya se dará cuenta, en esta o en diez vidas.

Qué jodido ser humano, che.

Me voy a seguir estudiando!!

sábado, 19 de noviembre de 2016

Templanza

Nada me define más en esta situación, que esa palabra.
Siempre la crisis de un paradigma trae consigo una racionalidad completamente nueva, un cambio radical, un replanteo, una inmersión al centro para ver en qué se fallo.
Estaría en ese punto, purificando, modificando para un nuevo paradigma, esto me hace ver cuánto me falta crecer, cuanto me falta cambiar, pero que bien vienen estos momentos para fortalecer el amor y la paciencia por uno mismo.
Cuán distante estába conmigo mismo y que ilógico si estamos hace 25 años juntas casi 26.
Sólo tengo fe que de todo esto saldrá algo bueno.

lunes, 31 de octubre de 2016

Pero vos por favor no te vayas

No te lo dire por el recuerdo de lo felices que fuimos. Las tardes/noches haciendo nada y riendo todo. O haciendonos de todo y riendo más.

No te lo dire por el sexo. No quiero ser sólo tu amante, quiero ser tu mejor amiga ,  tu novia .Casi, porque con el tiempo vendrá más. Y seremos más. Y seremos mejor.

No te lo dire porque te necesito, aunque te necesito y lo sabes bien. ni porque sueñe contigo, que tambien.
He pasado por mucho, muchísimo hasta llegar aestar a tu lado. Y al final no me importa.

No te lo dire entonces con reproches. Ni alegare diferencias, ni evidencias que te incomoden. No pretendo hacertelo bonito ni borrar manchas con agujeros. Venimos de donde venimos, para bien o para mal.

Que no te lo dire porque quiera convertirme en tu jaula, sino porque en el fondo sabes muy bien que quiero ser tu libertad. Para siempre.

Yo voy a apretar muy fuerte las manos sin cerrar los ojos, para disfrutar la imagen de verte a mi lado.

Pero te lo diré:

No te vuelvas a ir. Quédate conmigo